Pocas cosas hay que teman más los restaurantes que los «no show«, esto es, que alguien haga una reserva y finalmente, no se presente. Y sin avisar ni anular la reserva. Esto, que en un principio puede parecer que no es muy importante, puede descolocar bastante a un establecimiento. Sobre todo, si la reserva está hecha con tiempo. En este caso, se provocará un desequilibrio en la gestión del restaurante. Y en caso de que la reserva conllevase la compra de alimentos, pérdidas económicas.

Para evitar situaciones como estas, lo mejor es adoptar sistemas de gestión que permitan también llevar a cabo medidas para paliar el «no show». Y adoptar ciertas prácticas enfocadas a facilitar a los clientes que puedan anular sus reservas lo antes posible cuando no vayan a poder acudir al restaurante. Aparte de intentar concienciar a los consumidores, entre todos, de que estas prácticas hacen daño a los establecimientos. Es una tarea un poco complicada, puesto que muchos no son conscientes de ello. Pero hay que insistir en ello de cara a su eliminación o a la reducción a la mínima expresión.

Cómo evitar o reducir los «no show» en un restaurante

Para intentar evitar los «no show», los restaurantes tienen que dar mecanismos y facilidades para anular las reservas. Por ejemplo, permitir hacerlo a través de apps. Así, con solo un par de clics, se podrá comunicar al restaurante que no se puede acudir.

Otra medida que se puede tomar es el envío al cliente de un correo electrónico tras la realización de la reserva y otro unas horas antes de que la reserva sea efectiva. Por ejemplo, un día antes. Así lo tendrán presente. Siempre hay que acompañar el email con un texto que haga referencia a que pueden anularla sin trabas. También se puede incluir un enlace a una página creada para cancelar reservas en el local. Y por supuesto, no poner penalizaciones por comunicar que no se va a acudir a una reserva.

No hay que olvidarse de explicar en la página web del restaurante que sus responsables agradecen que se anule una reserva cuando no se vaya a poder acudir. Incluso, si quien ha hecho la reserva es un cliente habitual o ha dejado su número de teléfono, se le puede llamar para confirmarla el día anterior.

Otra de las medidas que se pueden tomar es penalizar de algún modo a los clientes cuando hacen «no show» repetidamente. Por ejemplo, negarles la reserva si prevén tener una ocupación alta para la fecha elegida. En estos casos, es importante que las consecuencias de realizar esta práctica de manera habitual figuren en la web del local.

También se puede optar por ofrecer una atención personalizada a los clientes habituales del restaurante. Así se consigue fidelizarlos y reducir las posibilidades de un «no show». Por ejemplo, registrando ciertos datos sobre lo que suelen pedir cuando van al local. O anotando información sobre si prefieren una determinada bebida frente a otras. O si desean que la carne tenga un punto determinado. Así lo tendrán todo siempre a su gusto, y el cliente se sentirá más unido emocionalmente al local. Por tanto, se preocupará por no perjudicarlo en la medida de sus posibilidades.