El sector hotelero afronta un nuevo ciclo con grandes retos, lleno de oportunidades basadas en la fortaleza de un sector con unas muy positivas perspectivas de crecimiento. Un factor muy a tener en cuenta es la necesidad de reposicionamiento de buena parte de los establecimientos hoteleros, para garantizar su competitividad y, aunque no exento de complejidad ni de riesgos, también presenta interesantes oportunidades tanto para inversores como para operadores.